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lunes, septiembre 13

Sábado 11, Campo


El día esta oscuro, el sol hoy no quiere salir, las cosas no son como parecen, es temprano y no me quiero levantar. Todo es tan simple a veces, pero se torna complicado y hasta quiero llorar.

La veo, esta sentada afuera, tiene la mirada perdida, no me conoce y tampoco quiere conocerme, se ha olvidado de mi. Es tan dura la verdad, es tan fuerte verla así, me siento ahogada, es complicado, siento como ganas de llorar y la vez de reír o salir corriendo, necesito un abrazo, de esos que te calman y una mirada que me diga aquí estoy.

Silva, como los niños, se ríe a ratos y se enoja casi siempre, me hace feliz. Desde lejos la miro, me fumo un cigarro y pienso… prefiero que este así a no tenerla, la quiero, es mi abuela siempre lo será, si ella no se acuerda de mi, yo me acuerdo de ella y guardo los recuerdos que ella ya olvido.

Se que si pudiera recordarme me miraría me tomaría la cara y me daría un beso, como lo hacia cuando yo era chica. Todavía recuerdo cuando llegábamos y salía a encontrarnos, con la cara llena de risa, fuera la hora que fuera, y si hacia frió se ponía un chal en la cabeza, pero siempre allí estaba y tenia un brasero dentro de la casa, una tetera a punto de hervir y una tortilla y cuando partíamos siempre dejaba escapar una lagrima, aunque sabia que regresaríamos al mes siguiente. Pero dentro de ella algo ya había, ella ya sabia que la próxima vez no nos recordaría como esta.

Es tan complicado venir al campo, pero me encanta, no tenemos una gran casa y los bichos son abundantes y las moscas son una molestia, pero sabes, este es mi lugar favorito, donde olvido todo y solo recuerdo lo bonito que es vivir y tener mas de lo que uno se merece, aquí guardo mis mejores recuerdos de niña, aquí conservaba los mejores amigos, los que hoy ya no están.


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